Por: Marco Quispe
No solo los premios que recibe un determinado filme la hace única y la hace acreedora de verla si o si, sino va más allá. Y es así que una de las recomendaciones para quienes todavía no pudieron ver la primera obra de Damien Chazelle, quien llegó a ser conocido precisamente por Whiplash: Música y obsesión.
Breve reseña
El objetivo de Andrew
Neiman (Miles Teller), un joven y ambicioso baterista de jazz, es triunfar en
el elitista Conservatorio de Música de la Costa Este. Marcado por el fracaso de
la carrera literaria de su padre, Andrew alberga sueños de grandeza. Terence
Fletcher (J.K. Simmons), un profesor conocido tanto por su talento como por sus
rigurosos métodos de enseñanza, dirige el mejor conjunto de jazz del
Conservatorio. Cuando Fletcher elige a Andrew para formar parte del grupo, la
vida del joven cambiará.
Algunos opinarán tal vez
que es el filme que si o si debe verlo solo una persona década a la música,
pero no as así esta cinta se acopla a cualquier vida, a cualquier realidad,
desde un vendedor de dulces hasta un profesional que tiene que esquivar
obstáculos y luchar por lo que desean.
Una motivación en la vida.
Además de la historia
entre Neiman y Fletcher, se puede contemplar un excelente rabajo de fotografía
y por su puesto todo ello acompañado con el jazz. Se puede disfrutar de una
fantástica interpretación de J.K Simmons, película que lo llevó a ganar varios
premios por su papel.
Sin más que decir no
entrar al Spolier se la recomienda y pueda observarla junto a su familia.
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