POR WILLIAM
VENEGAS
La Mujer Maravilla, así se le llamaba no hace mucho. Ahora
el cine le borra el artículo “la” y nos llega el mismo personaje con la
película Mujer Maravilla (2017),
dirigida de manera atildada por Patty Jenkins, sensibilidad femenina que bien
se nota.
La película narra la historia de Diana de Themyscira desde
niña, sin saber que ella será la mujer maravillosa que vendrá al conglomerado
humano a luchar por la justicia, con identidad secreta de Diana Prince.
La formación de Diana de Themyscira sucede en una idílica
isla de mujeres amazónicas, que se preparan para enfrentarse a Ares, dios de la
guerra, y para entronizar la paz como lo quiere el gran dios Zeus. Esta parte
de la película es simplemente exquisita.
Con gran manejo del espacio escénico, con personajes que
resumen la filosofía humanista de la película y con la apertura de diálogos
inteligentes, esta primera parte del filme se torna exquisita con la expresión
visual de los elementos mitológicos. La plasticidad es digna de verse una y
otra vez.
Pronto nos percatamos que la creatividad visual del filme es
absoluta. Igual, de manera limpia, la trama se va insertando en ese mundo
mágico, asume su desarrollo y crece con él, de manera cada vez más acuciosa y
sin que la película se le vaya nunca de las manos a la directora Patty Jenkins.
Así tenemos Mujer Maravilla, filme para quien el amor
universal es la solución de los problemas, al contrario de los superhéroes
masculinos que muestran testosterona exagerada en sus aventuras. La Mujer
Maravilla nació en diciembre de 1941 para las revistas de historietas que ahora
llaman cómics.
Su autor fue William Moulton Marston, quien pensó en crear
un superhéroe que luchara con el estandarte del amor; entonces, su esposa
Elizabeth le pidió que no fuera un hombre, sino una mujer.
La escogencia de la modelo y actriz israelí Gal Gadot fue
inesperado éxito, no solo por su belleza, sino también por el carácter que
logra imprimirle a su personaje, tanto en la isla paradisíaca donde se forma,
como luego cuando sale de ella, a la realidad tenebrosa del ser humano durante
la Primera Guerra Mundial.
Es cuando la trama no solo resulta entretenida o excitante;
sino también esperanzadora. A la Mujer Maravilla la conmueve el dolor ajeno. El
filme no es solo un cúmulo de explosiones (que las hay), porque también asume
un acercamiento a la bondad humana (una superhéroe que se comporta como en la
parábola del buen samaritano).
El trabajo del elenco es aceptable al igual que su
portentosa fotografía. Lo que me quedo sin entender es esa manía de llenar la
película toda de música, por lo que se pierde el objetivo de que esta se limite
a subrayar ciertas imágenes o secuencias. Por otro lado, con un poco más de
cortes en el montaje, el filme habría logrado la perfección.
Lo que uno no puede ignorar es ese tono lírico que la
directora extrae de sucesos no poéticos, como lo logró con su filme Monster
(2003), historia prostibularia. Mujer Maravilla es película sobre el origen de
una mujer-héroe (mostrado con fino sentido estético) y luego la aventura
entretenida: narración inteligente ejecutada con carácter.
CALIFICACIÓN:
Título original:Wonder Woman
País: Estados Unidos, 2017
Género: Aventuras
Dirección: Patty Jenkins
Elenco: Gal Gadot, Chris Pine
Duración: 141 minutos
Cines: Cinépolis, CCM, Citi, Cinemark, Multi, Nova
Calificación: Cuatro estrellas de cinco posibles
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